PADRE FRANCISCO VAN KESSEL
Padre Francisco van
Kessel. *14-01-1909,
+27-08-1991.
Francisco
nació el 14 de enero de 1909 en un pueblo oriental de Holanda, hijo de director
de escuela. Fue vocación tardiva, ya que, activo en la profesión de maestro
carpintero, recién a los 19 años entró en el seminario de Kaatsheuvel. Hizo sus
primeros votos en el año1935 y se ordenó sacerdote el año1940. En el año
siguiente fue nombrado misionero en Chile pero, igual que varios otros futuros
misioneros, no pudo partir inmediatamente a causa de la Guerra Mundial, de
manera que en su tiempo de espera se ocupaba tanto con servicios pastorales
auxiliares en diferentes parroquias, como de socio del maestro de novicios y vicario cooperador, hasta que, por fin, en el año 1945 otra vez
recibió el nombramiento para Chile y pudo viajar en febrero del año 1946. Quedó
nombrado para el puesto de vicario cooperador en la parroquia “del Buen
Consejo”, donde hizo méritos al trabajar en la antigua iglesia parroquial donde
puso los tirantes del techo y de los muros.
No
le fue concedido experimentar mucha satisfacción en Chile. Es que no reunía las
cualidades necesarias para soportar la tensión síquica producida por tener que
adaptarse a un país e idioma extranjeros, a pesar de muchos esfuerzos por parte
suya, de modo que a poco tiempo, en el
año 1947, regresó a su patria para no volver. En Holanda, en un comienzo, se desempeñaba en gran número de tareas
diferentes sucesivas y relacionadas con obras de beneficios en favor de las
misiones y economía en Kaatsheuvel, Oudenbosch y Ámsterdam. En esta última
ciudad se desempeñó con buenos
resultados en “La Puerta Abierta”. Después de dos años como vicario cooperador
en la parroquia de Grave, a partir del año 1969, fijo su residencia definitiva
en la cercana casa matriz de la Congregación.
Su
pasado de obrero, su profesión y su procedencia de una región marcada de
efervescencia de reivindicaciones de los derechos de la clase obrera, le marcó
y determinó notablemente su visión pastoral.
En el año 1953 escribe inspirado por los escritos del posterior Cardenal
holandés Willebrands: “Tenemos que hacer actuar mucho más a los laicos. Lo
primero que nos exige el amor cristiano es la justicia social y después el
anuncio del evangelio y a continuación la administración de los sacramentos”.
Se acordó que la Iglesia, con vergüenza suya, había abandonado y perdido la
clase obrera. Y, sin duda, después de su salida de Chile no pudo perder de su
mente la palabra de San Ambrosio: “Lo que el rico en el mundo gasta y consume,
ha sido robado a los pobres”. En relación con todo esto, el padre leía con
ganas lo que Vaticano II le ofrecía como argumentos para defender el “Status”
del Pueblo de Dios” y de apoyarlo. A veces se ponía depresivo por el hecho de
que, por parte de las instituciones de la Iglesia, se escuchaba tan poca
resonancia. El Padre Francisco ha pasado por mucho sufrimiento y dolores por la
Iglesia durante su vida, Según su propio testimonio su amor personal para
Cristo más se reforzó que se debilitó a causa de todo esto.
Sus
últimos días los pasó debilitado por varias enfermedades. El día 27 de agosto
de 1991 fue el día de su partida a la Casa del Padre. Ahora puede estar tranquilo
y en paz para siempre junto a su Señor. (Fuente: Archivos Prov. Chilena. Trad.
Gaspar,)