LA MUJER PROPIA
Tu mujer propia
Proverbios 5: 15 al 20
Bebe el agua de tu propia cisterna.
Y los raudales de tu propio pozo.
¿Se derramarán tus fuentes por las calles,
Y tus corrientes de aguas por las plazas?
Sean para ti solo y no para los extraños
Contigo.
Sea bendito tu manantial,
Y alégrate con la mujer de tu juventud, como
Cierva amada y graciosa gacela
Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su
Amor recréate siempre.
Y el cantar celebra a la amada como "fuente sellada" en un jardín cercado (Cantar 4,12); "Fuente de los huertos, pozo de agua vivas, corrientes que del Líbano fluyen." (Cantar 4,15)
la samaritana con Jesús.
Junto al pozo de Jacob, Jesús,el Verbo eterno de Dios viene al encuentro de una mujer infiel que, sedienta de amor, no sabe amar, pero de cuyo amor Dios mismo está sediento y a la que quiere brindar en abundancia los torrentes del Espíritu Santo. Que esa humanidad sea representada por una mujer, una samaritana y una samaritana segregada hasta de su propia gente, expresa la misericordia con que el médico divino se inclina sobre los enfermos más necesitados: "No tienen necesidad de médico los sanos. No he venido a llamar a los justos sino a los pecadores." (Marcos 2,17)
Junto al pozo de Jacob, Jesús,el Verbo eterno de Dios viene al encuentro de una mujer infiel que, sedienta de amor, no sabe amar, pero de cuyo amor Dios mismo está sediento y a la que quiere brindar en abundancia los torrentes del Espíritu Santo. Que esa humanidad sea representada por una mujer, una samaritana y una samaritana segregada hasta de su propia gente, expresa la misericordia con que el médico divino se inclina sobre los enfermos más necesitados: "No tienen necesidad de médico los sanos. No he venido a llamar a los justos sino a los pecadores." (Marcos 2,17)
"pues de Ti tenemos sed
fuente del eterno Amor"