El Espíritu es
la clave de la VIDA.
Mi
verdadero ser es lo que hay de Dios en mí.
Dios en
mí está como Espíritu que se me da.
Es el
único y total Don de Dios a cada criatura.
Desde
nuestro ser aparente (lo que creemos ser),
debemos
dar el salto a nuestra verdadera realidad.
Desde
la parte reflejada del espejo,
tenemos
que dar el salto al ser reflejado.
Mi
verdadero ser y el ser de Dios
no son
dos realidades separadas,
aunque
yo sigo siendo yo y Dios sigue siendo Dios.
Para la
razón es algo incomprensible.
Para el
místico es la cosa más simple del mundo.
¡Inténtalo!
Fray
Marcos