sábado, marzo 30, 2013

CAMINAR EN LA LUZ DE CRISTO



LA CEREMONIA DE LA VIGILIA PASCUAL COMIENZA CON LA BENDICIÓN DEL FUEGO
EL SACERDOTE ENCIENDE EL CIRIO PASCUAL CON LA LLAMA DEL FUEGO NUEVO
EL CIRIO PASCUAL QUE REPRESENTA LA LUZ DE CRISTO RESUCITADO LLEVA GRABADO LA CRUZ CON LAS CINCO LLAGAS, LAS LETRAS ALFA Y OMEGA Y LAS CIFRAS DEL AÑO VIGENTE.
En procesión llevan el cirio a todos los fieles que estan esperando en la oscuridad.Tres veces canta el sacerdote:"LUZ DE CRISTO" y avanza hasta el altar.En este momento se prenden las velas de los fieles y se canta el pregón pascual.Es un hermoso canto que expresa la profunda alegría por la luz de la resurrección de Cristo.
Jesús es la Luz del mundo"
De ahora en adelante caminamos en la luz de Cristo

El es el primer resucitado de entre los muertos.Ha vencido la muerte y el pecado.
En nuestra vida diaria la resurrección de Cristo debe ser un factor básico

LA CONFESIÓN Y ABSOLUCIÓN


El examen de consciencia es necesario  para analizar si actuó bien o mal y para ver si lo que hizo era la voluntad de Dios.
Porque amar a Dioses hacer su voluntad, cuando uno ama es hijo de Dios y conoce a Dios.Sin amor no puede conocer a Dios porque Dios es Amor.



Cuando uno ha pecado siente tristeza y arrepentimiento
En la confesión de los pecados uno se acusa de haber cometido pecados e implora el perdón de Dios.
El sacerdote recibió del Señor el poder de perdonar los pecados en el nombre del Padre,del Hijo y el Espíritu Santo.Es la Absolución de los pecados: la absolución nos libera del pecado y nos devuelve la alegría de la Salvación.
Uno siente que el Señor resucita en su corazón y te llena de alegría.
El sacerdote agradece al Señor el Buen Pastor su hermosa tarea.

jueves, marzo 28, 2013

LA PIETA

El Papa Pablo VI señaló que “la finalidad última del culto a 
la bienaventurada Virgen María es glorificar a Dios
La piedad mariana es, en sentido subjetivo, la piedad de 
Nuestra Señora. Ninguna creatura ha
 vivido como Ella la devoción, la entrega generosa a Jesús, 
su Hijo; ni la compasión, ni la
 ofrenda de su vida entera a Dios nuestro Señor. Tampoco
 nadie como Ella ha vivido el amor
fraterno, donde se encuentra la piedad (cf 2 Pedro 1, 7).

En sentido objetivo, la piedad mariana es la devoción a la Santísima Virgen. Ella es la Madre de la Misericordia, la Madre de la divina gracia: “Al elegirla como Madre de la humanidad entera, el Padre celestial quiso revelar la dimensión - por decir así - materna de su divina ternura y de su solicitud por los hombres de todas las épocas” (Juan Pablo II, “Audiencia”, 15 de Octubre de 1997). 
Ella participa, de algún modo, de la paternidad divina y
 tiene derecho a nuestra piedad filial. En la Virgen vemos
 reflejado el rostro materno de Dios
(cf Síntesis de los aportes recibidos para la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, 189).

La devoción a María, dando relieve a la dimensión humana de la Encarnación, ayuda a 
descubrir mejor el rostro de un Dios que comparte las alegrías y los sufrimientos de la humanidad, el «Dios con nosotros», que ella concibió como hombre en su seno purísimo, engendró, asistió y siguió con inefable amor desde los días de Nazaret y de Belén a los de la cruz y la resurrección” (Juan Pablo II, “Audiencia", 5 de Noviembre de 1997).


pintura de Ignacio Ossandon en la Iglesia Sagrada Familia Providencia Chile

martes, marzo 26, 2013

LA CENA DEL SEÑOR





(1Co 11, 23-29) Esto es mi Cuerpo

[23] Lo que yo recibí del Señor, y a mi vez les he transmitido, es lo siguiente: El Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó el pan, [24] dio gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía». [25] De la misma manera, después de cenar, tomó la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza que se sella con mi Sangre. Siempre que la beban, háganlo en memoria mía». [26] Y así, siempre que coman este pan y beban esta copa, proclamarán la muerte del Señor hasta que él vuelva. [27] Por eso, el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente tendrá que dar cuenta del Cuerpo y de la Sangre del Señor. [28] Que cada uno se examine a sí mismo antes de comer este pan y beber esta copa; [29] porque si come y bebe sin discernir el Cuerpo del Señor, come y bebe su propia condenación.



EL MISTERIO DE LA LUNA

LA IGLESIA REFLEJA LA LUZ DE CRISTO,TAL COMO LA LUNA REFEJA LA LUZ DEL SOL. ESTE REALIDAD ES LLAMADO EL MISTERIO DE LA LUNA
Es el mysterium lunae tan querido por la contemplación de los Padres, los cuales indicaron con esta imagen que la Iglesia dependía de Cristo, Sol del cual ella refleja la luz. Era un modo de expresar lo que Cristo mismo dice, al presentarse como «luz del mundo» (Jn 8,12) y al pedir a la vez a sus discípulos que fueran «la luz del mundo» (cf. Mt 5,14)”.

El título y las primeras líneas de la constitución dogmática conciliar Lumen gentium, dedicada a la Iglesia, son iluminadores por su claridad y sencillez: «Cristo es la luz de los pueblos. Por ello este sacrosanto Sínodo, reunido en el Espíritu Santo, desea ardientemente iluminar a todos los hombres, anunciando el Evangelio a toda criatura con la claridad de Cristo, que resplandece sobre la faz de la Iglesia». En las primeras palabras de su documento más importante, el último Concilio reconoce que el punto fontal de la Iglesia no es la Iglesia misma, sino la presencia viva de Cristo que edifica personalmente la Iglesia.
La luz que es Cristo se refleja como en un espejo en la Iglesia.
. Así, pues, también la petición de perdón por las culpas de los cristianos, que causó asombro y debates en el cuerpo eclesial cuando la presentó Juan Pablo II, es perfectamente conforme con la conciencia de Iglesia descrita hasta aquí. La Iglesia pide perdón no siguiendo modas de honorabilidad mundana, sino porque reconoce que los pecados de sus hijos ofuscan la luz de Cristo que ella está llamada a reflejar sobre su rostro
La percepción de la Iglesia como reflejo de la luz de Cristo une el Concilio Vaticano II con los Padres de la Iglesia, que desde los primeros siglos recurrieron a la imagen del mysterium lunae, el misterio de la luna, para sugerir cuál era la naturaleza de la Iglesia y la acción que le conviene. Como la luna, «la Iglesia no brilla con luz propia, sino con la luz de Cristo» («fulget Ecclesia non suo sed Christi lumine»), dice san Ambrosio.

jueves, marzo 21, 2013

JESÚS EL MESÍAS EL REY DE LOS JUDÍOS

Cuando Jesús se acercaba a la pendiente del monte de los Olivos,todos los discípulos llenos de alegría comenzaron a alabar a Dios en alta voz :"  Bendito sea el Rey que viene en el nombre del Señor!

YO SOY REY. PARA ESTO HE NACIDO Y HE VENIDO AL MUNDO: PARA DAR TESTIMONIO DE LA VERDAD
.      CRISTO ES UN REY CRUCIFICADO

miércoles, marzo 20, 2013

MISIONEROS DE CHILE FALLECIDOS