miércoles, junio 13, 2018

PADRE MATEO VOERMANS




El Padre Mateo Voermans *3 de marzo de 1918, +17 marzo de 1978.


Mateo vio la luz en un pueblo de Holanda septentrional el 3 de marzo de 1918. Entró como adolescente en el seminario MSF de Kaatsheuvel, hizo sus votos religiosos el 8 de septiembre de 1938 y fue ordenado sacerdote el 25 de julio de 1944. Después de su ordenación fue asignado para Chile, sin embargo, a causa de la guerra no pudo partir inmediatamente a la Misión. En espera de su viaje pasó un año  de práctica pastoral en lo que fue su casa de formación anterior, donde quedó herido levemente a causa de una bomba alemán volante que cayó y estalló en la cercanía de la casa.
El 25 de septiembre del año 1946 viajó por primera vez a Chile, donde trabajó de misionero durante 23 años. En los primeros años era activo en diferentes parroquias en el levantamiento y extensión de nuestra obra, lo que recién después de la guerra pudo llevarse a cabo. Era muy respetado como pastor alegre y cohermano grato. Incluso fue muy apreciado por su visión clara sobre el quehacer pastoral. Se empeñó a escribir cartas interesantes a los escolásticos del seminario mayor MSF de Oudenbosch. Al mismo tiempo daba charlas sobre estos temas. Resultó que esto llegó a convertirse en su tarea principal: el de dar colegios  en la Universidad Católica de Santiago, aunque para esto no había recibido ninguna formación especial.

Con  todo esto se sentía muy ligado a nuestra Congregación y siempre estaba dispuesto a ayudar,   cuando se recurría a él para algún servicio, lo que todos hacían. A muchos misioneros que recientemente habían llegado a Chile les dio una buena introducción al trabajo que hacer. Se hizo asistente consejero del Superior Provincial. Fue miembro de la Comisión Central de las Constituciones que se celebró en Roma 1967/1968 en preparación del Capítulo General de 1968, a la cual participó como  representante de la Provincia Chilena. También en 1971 estuvo presente en el Capítulo General, esta vez como representante de la  Provincia Holandesa. 

Pues después del año 1969 ya no retornó a Chile. El trabajo de profesor de  la Universidad había crecido a un grado demasiado difícil. Dentro de las circunstancias, cada vez más difíciles, ya no se sentía capaz para esta tarea 
Después de haber sido algún tiempo consejero del superior provincial de Holanda en la ciudad de Grave recibió en agosto de 1970 un nombramiento para capellán en un hospital, donde se encontraba a su gusto con  las tareas habituales de la pastoral. Fue organizador de muchas actividades para el personal, fue un miembro querido de Rotary, y daba charlas sobre las misiones, especialmente sobre el país que nunca pudo olvidar: Chile. Esto también fue su tema preferido cuando se juntaba con los cohermanos de la Congregación, los cuales siempre con ganas escuchaban sus narraciones.                                                                                                                             
El 20 de febrero de 1978 fue hospitalizado a raíz de un cáncer de la sangre que sin saber había contraído hace tiempo. Después de un par de días se agravó su estado de salud, que terminó en su fallecimiento el día 7 de marzo siguiente.                                                                                                                                       Siempre había manifestado  interés y cuidados para todos, pero no le gustaba hablar de su propia enfermedad, para que otros no se molestaran, además se producía confusión y angustia en él  si pensaba en enfermedades.                                                                                                                     Afortunadamente el Señor lo libró de un camino largo de sufrimientos al llamar relativamente de repente a su casa paternal a este misionero “Mateo”,  siempre recordado por su alegría de vivir.                       
                                                                                                       (Fuente: archivos de Holanda. Trad. Gaspar)