miércoles, junio 06, 2018

PADRE SANTIAGO BOS





Padre Santiago Bos. * 5-12-1913, + 3-5-1982,

Santiago (Jaap)  nació el 5-12-1913, en un pueblo de agricultores de Holanda en la fiesta de San Nicolás (fiesta de regalos, muy celebrada en Los Países Bajos). Al terminar sus estudios de enseñanza media en 1929, siguió como estudiante en el seminario MSF de Kaatsheuvel, hizo votos el 8 de septiembre de 1934 y se ordenó sacerdote el 23 de julio de 1939. Tuvo un percance, pues al ser nombrado para Chile en los albores de la Misión, no pudo partir hacia allá a causa de la Segunda Guerra Mundial. Le resultaron demasiado largos los años de espera, ya que quiso entrar en acción sin demora. 

Tuvo que conformarse con cumplir pequeñas tareas, tal como inspector dentro del seminario, un año de práctica pastoral en Oudenbosch y pastoral auxiliar en Kaatsheuvel y Ámsterdam y al mismo tiempo estudiar español. También se enfermó seriamente, que no fue la única vez en su vida, pues siempre llevaba una salud precaria.     
A fines de 1946, por fin, pudo partir a Chile y trabajó sucesivamente en Coquimbo, Talca, y Santiago, Parroquia del Buen Consejo, donde todos lo conocieron como un sacerdote muy activo. No era precisamente el tipo de un sosegado pastor de almas que disponía de la cualidad de acompañar a la gente en conversaciones personales. Pero nunca nadie le solicitaba en vano algún servicio.

 En estos casos supo solucionar todo tipo de problemas y lograba lo que quería para su gente. Como buen organizador enfrentaba todo tipo de desafíos y era muy hábil de encontrar los medios para llevarlos a la realidad. De esta manera prestaba mucha ayuda, entre otras cosas, en la construcción de la escuela de las hermanas de la  Sagrada Familia en la parroquia de Buen Consejo. No podía dejar de ser activo. Durante sus primeras vacaciones en su patria, en que le tocó una estadía larga en el hospital, manifestó que iba a cuidar bien su salud pero no limitarse  en su trabajo.
Sus cohermanos supieron aprovechar bien sus buenas cualidades, cuando lo eligieron en el año 1965 como superior regional y posteriormente, en tres años más, como provincial. En esta función era reelegido, cada vez por tres años, hasta el año 1981. No fue una situación favorable en que asumió la dirección debido a la evolución de tipo político, social y eclesiástico en el país. El Padre Santiago no fue un hombre con una clara visión sobre la confusa realidad del momento y capaz de ejercer un gobierno bien equilibrado. Sin embargo, en todas partes era apreciado como un buen líder por su empeño, por el manejo hábil de su administración, su correspondencia extensa y, sobre todo, por el cuidado de su gente, a quienes brindaba su confianza  y en favor de  quienes salió en defensa, a veces hasta lo absurdo.

 Una persona, con quién tuvo un contacto más estrecho,   aunque solo por cartas, da testimonio, sin titubear, de que el padre en todo momento fue motivado por su fe sin complejos, la cual le impidió llegar a una progresismo extrema y  tampoco a un conservatismo temerosa, porque siempre esta fe lo hizo optar en favor de la felicidad de la gente. Para esto se comprometió con toda su persona, pues para esto el Señor lo había llamado y esto no fue más que cumplir con su deber.

 En el año 1981 su sucesor provincial le solicitó que se hiciera cargo de la administración económica, lo que aceptó con la mejor voluntad, pero por los resultados se notó que ya no era capaz a causa de su estado de salud. Este decaimiento también era notable durante su estadía en Holanda con ocasión de la Asamblea del Consejo de la Congregación. Cada vez debía retirarse para tomar descanso por razones de salud.  Hasta que llegó el momento que sus cohermanos ya no estaban en condiciones de brindarle la atención médica que necesitaba y se pensaba en repatriarlo a Holanda. En aquel momento resultó que el estado de su salud ya no lo permitía y una hospitalización tampoco fue recomendable, según el criterio de los médicos. Y nadie dudaba de que el padre prefería ir al cielo en vez de ir a una casa de salud para cuidados urgentes en Holanda. Pues muchas veces había manifestado que era su deseo de permanecer activo para siempre y de morir en Chile. Este deseo se cumplió... Falleció el 3 de mayo de 1982 y su sepulcro  se encuentra en Chile.                                                                                                                                                                 Mucha gente recordará siempre con gratitud del Padre Santiago, débil de salud, pero firme en su compromiso de misionero.                                                                          (Fuente: Archivos de Holanda, Trad. Gaspar.)