jueves, agosto 24, 2017

LAS CONDICIONES GEOGRAFICAS EN ESTOS TIEMPOS


Condiciones geográficas en  los primeros tiempos

No Había Turbus.

La distancia entre las dos parroquias, ubicadas las más distantes entre una y otra era más de dos mil KM. En aquellos años los vehículos motorizados y las carreteras estuvieron  mucho más precarios que ahora. EL camino troncal de Norte al Sur (La Panamericana), que suma  más de 5 .000 KM aún no existía. Los caminos segundarios entre las ciudades  se parecían a planchas  de calaminas.  Además presentaban  muchos desvíos y curvas. Tampoco existían empresas de buses de pasajeros interprovinciales. El transporte  por grandes distancias solo era posible con ferrocarriles entre Santiago y Puerto Montt, (1050 km).  Desde Santiago al Norte la  primera parte se viajaba con  trenes de vía ancha y a partir de Llay Llay solo con trenes de vía estrecha.  
Para un viaje ida y vuelta  de Santiago  a Puerto Montt  solo había posibilidad  algunas veces por la semana. El resto del transporte con  trenes estaba subdividido en  trayectos parciales. El viaje desde Santiago a Puerto Montt  por tren demoraba más de un día, siempre si no había  retrasos, que se produjeron muy a menudo.
Para ir al Norte de vez en cuando se podía utilizar barcos costeros.
Para viajar de Yerbas Buenas  ida a vuelta a Linares (12 Km) prácticamente se demoraba un día completo.
Desde Puerto Montt a Calbuco no existía ningún camino. Uno debía trasladarse solo por mar. En el año 1940 uno podía tres veces por semana hacer uso de una  línea de lanchas entre Ancud y Puerto Montt. Posteriormente la frecuencia de estos viajes  fue reducida a 2 veces en la semana. La totalidad de kilómetros era más o menos 40 km, pero el viaje ida y vuelta sumaba 4 días.
Tampoco existía la posibilidad de disponer de autos para el trabajo pastoral. El primer vehículo motorizado de que disponíamos fue adquirido por los laicos de la parroquia.  Esto sucedió en Puerto Octay, y fue recién un par de años después del fin de la Segunda Guerra Mundial.
No se viajaba mucho en aquel tiempo. Celebrar vacaciones  regulares, aún no existía.
Los medios económicos  de la vida parroquial  eran escasos y habitualmente  apenas alcanzaron  para cubrir las necesidades. En comparación con la situación de  años posteriores  se puede decir sin exagerar, que  aquellos años, por lo menos hasta el año 1946, pero también en años posteriores,  fueron para los misioneros en Chile una época de pobreza.                                                                                                    (trad. Gaspar)