domingo, marzo 11, 2018

Padre Juan van Bergenhenegouwen, Padre Juan Pintor.(1902- 1989)





Padre Juan van Bergenhenegouwen, Padre Juan Pintor.(1902- 1989)
El Padre Juan llegó a Chile en el año 1938  junto con los primeros misioneros y se quedó en el pueblo de Yerbas Buenas, donde permaneció dos años, siendo pastor, pionero y artesano.

El 22 de mayo de 1940 toma el y tren a Puerto Montt para dirigirse a la ciudad de Calbuco. Es el primer Misionero de La Sagrada Familia que, cuatro días después, el domingo 26 de Mayo, desembarca  en lo que aún  era una isla. Monseñor Munita escribe en su “Historia de la Diócesis de Puerto Montt”, que nunca  logró aprender el apellido del padre, por lo cual lo indicaba simplemente con el nombre de Juan Pintor, ya que el padre pronto se deja conocer como un artista que nunca esconde su talento para pintar veleros, lanchas de pescadores, la gente con sombrero y poncho etc. Durante los 17 años de su estadía en aquel lugar crea miles de dibujos. Su mirada artística es al mismo tiempo una mirada de fe profunda que expresa sus emociones al ver que todo lo que Dios en su creación había hecho era bueno y al mismo tiempo su amor por su nueva patria, Chile.Tenía una forma lúdica de ver las cosas 
                                                                                                                                     Por su sabiduría es elegido en 1957 consejero del provincial, el P. Enrique Bentvelzen y se trasladó a la parroquia la  Sagrada Familia de la Capital. No vive lejos de la Escuela de Bellas Artes y él aprovecha a tomar clases de dibujo para perfeccionar su técnica. 

Más tarde vuelve a Coquimbo y aplica lo aprendido cuando dibuja a los niños y adultos en la playa, los paisajes del Molle, de Diaguitas, la playa de  Changa y La Cantera. En la plaza de Coquimbo monta su primera exposición. 

En el comedor de la casa parroquial pinta varios murales: Moisés que golpea la roca para hacer brotar el agua, Las Bodas de Cana y La Sagrada Familia. Al celebrar sus 25 años de sacerdocio compone un cántico de alabanza al Señor como es su costumbre, ya que no solo es una artista de la pincela sino también de la pluma. (Fue él el autor del libro que se publicó con ocasión de la celebración de  40 años de la Provincia, obra de la cual muchos textos  han sido recopilados y traducidos)
En 1965 es trasladado a Abranquil, una pequeña localidad cerca de  Yerbas Buenas,  donde existe una comunidad de las  Hermanas de la Sagrada Familia. Se dedica a su primera tarea de pastor, pero ahora dispone también de la oportunidad para dar expresión a sus capacidades artísticas. En sus dibujos aparece el hombre del campo en caminos solitarios bajo un sol abrasador, el campesino con los pantalones y camisa remangado, el inquilino caminando a paso lento al lado de su yunta de bueyes y el pastor arreando su ganado entre árboles quemados. Aquí tiene tiempo para disfrutar del baño en la pequeña piscina y del sol,  hacer  música y conocer las plantas y los árboles y, por su puesto, a la gente en sus casas de adobe con techo de tejas, gente amable que ama su tierra, como él la ama también.                                         



Después de este tiempo de calma y de paz le piden  trasladarse a la capital, a la parroquia de Santa Isabel de las Rejas. Es una vida más acelerada, de mucho ajetreo  y agitación. Se ocupa con charlas pre-bautismales y pre-matrimoniales, catequesis, y toda actividad pastoral en medio de  los santiaguinos que viven tan apurados. Aprende a hacer dibujos rápidos desde el living de la casa parroquial: gente que viene a misa, o a la oficina, gente que viene de la feria, lolos que pasan en su bici. Una foto de él celebrando un bautismo aparece copiada en una libreta de matrimonio muy divulgado.   
                                         En el año 1980 su párroco, el P.Simón de Jong, viajó a Holanda. Nadie sospechaba que estuviera gravemente enfermo. Fallece el 29 de noviembre del mismo año en su tierra natal. Mientras tanto el P. Juan lo reemplaza y se sobrepone, como se supo después, a un ataque al corazón. Tiene 79 años cuando es relevado. El Padre Arnoldo van de Kruis lo lleva, octubre del año 1981, a Coquimbo.                                                                                       En los años que siguen el padre Juan vio decrecer sus fuerzas poco a poco. Sufrió un infarto doble y después vinieron otras molestias. Felizmente encontró un amigo, el practicante Hector Valdivia, que le atendió en su enfermedad.                                                                El padre Juan que era incansable durante muchos años ahora se cansa más luego. “Me he puesto flojo, dice, estoy sentado no más y ya no tengo ganas de escribir ni de dibujar”.     
                               
                                               
El día 8 de noviembre de 1989 le llegó su último traslado, esta vez a aquel lugar donde  no se cansa para contemplar la belleza de la Casa del Padre que ningún alma ha visto ni se ha imaginado.                                
( Fuente: Notas del padre Antonio Mutsaers 21.5.89)