sábado, septiembre 15, 2018

PADRE BERNARDO KOBESEN




El Padre Bernardo Kobesen ( *13 -04 -1915, +27 -10 -1982.)
Bernardo nació en un pueblito holandés de nombre Didam. Después de escuela básica, a la edad de 13 años, entró en el seminario MSF de Kaatsheuvel, hizo sus votos en 1936 y fue ordenado sacerdote en el año 1941 durante la Segunda Guerra Mundial. Con fecha de 21 – 02 - 1946 formando parte del primer grupo de misioneros al final de la guerra, viajó a Chile.                            Su primer puesto fue en Yerbas Buenas. Luego se trasladó a Taltal, donde permaneció hasta que la Provincia se retirara  de esta parroquia en 1948. Pasando por un periodo breve en la Oficina Salitrera de Pedro de Valdivia encontró su trabajo pastoral en Tocopilla. A fines de los años cincuenta aparece en Coquimbo donde no solo es vicario cooperado de la parroquia sino además profesor de filosofía del liceo local.
En el año 1961 se hizo párroco en la Parroquia de San Francisco de Antofagasta recién aceptada  por la congregación. Pero en 1972 se da término al acuerdo con la diócesis, puesto que no pudimos garantizar una presencia por un tiempo más largo.  En aquel momento el P. Bernardo se trasladó a Talca, donde pasó los últimos 10 años de su vida, cuando su salud se había desmejorado notablemente. Durante unas vacaciones del año 1973 en Holanda se sometió a un tratamiento médico y recién en un año y medio más tarde regresó a Chile, donde debía limitarse a trabajo pastoral del hospital hasta que llegó el momento que la Provincia tuvo que devolver a la diócesis la parroquia en el año. (1981)
Siempre le costaba mucho despedirse de sus parroquias y de su gente. En realidad Bernardo muchas veces en la vida tuvo que enfrentar condiciones adversas. No tuvo la suerte de poder disponer de una apariencia físico favorable. Y tampoco había sido bendecido con la facilidad  para moverse con gracia  en público. Como adolescente proveniente de un pueblo insignificante debe haber sufrido al sentirse objeto de burlas en el seminario lo que produjo en él una cierta desconfianza y suspicacia hacia los demás. Nunca logró cambiar este carácter y esto lo llevó en tiempos posteriores, a veces, a reacciones algo inesperadas, cuando se sentía desplazado a un plano segundario. Sin embargo para muchos se manifestaba como un cohermano apreciado, que muchas veces se hizo conocer como una persona graciosa e ingeniosa, puesto que guardaba muchas cualidades en su interior. Disponía de una inteligencia sorprendente y era vivo hasta astuto. Esta ya se había notado en su etapa de estudiante. Difícil que algún chileno lo engañara; los conocía quizás más con su corazón que con su inteligencia, y los amaba, sobre todo, a la gente humilde, con las cuales se sentía más cómodo
Su despedida de este mundo fue insólita. Fue en el año 1982 que estuvo de vacaciones en su patria. Después de un tratamiento médico serio le permitieron volver a Chile. Decidió viajar en barco a Buenos Aires, ya que tenía un temor grande  para viajar en avión. Antes de cruzar las montañas de Los Andes hizo una visita a los padres Agustín Bergman y Leonardo van de Sanden, misioneros MSF residentes en la Capital. Allí se enfermó gravemente hasta que falleció.                                    De esta manera Buenos Aires fue para el su último puerto y el lugar de su tumba. 
 Hay testimonios que aseguran que como sacerdote ha significado mucho para los jóvenes de Tocopilla, a donde él guardaba sus mejores recuerdos junto con aquellos de los años que estuvo de Párroco en Antofagasta. Además los enfermos del hospital de Talca lo  recordaron siempre por su servicio y fidelidad al darles su apoyo y consuelo. Toda su vida estaba marcada por el servicio al prójimo.                                                                       (fuente: Archivos de Holanda.  Trad.  Gaspar.)