PADRE ANTONIO KEMPES
Antonio nació el 21 de febrero de 1913 en la
Capital de Holanda, Ámsterdam. Es hermano de otro misionero de la Sagrada
Familia, el P. Roberto. Comenzó de
seminarista en 1926 (13 años), hizo votos en 1936 y se ordenó sacerdote en
1941.
Los primeros 18 años de su vida sacerdotal los
pasó en Holanda como asesor espiritual de los seminaristas mayores y como socio
del maestro de novicios en la localidad de Nieuwkerk y, posteriormente, siendo
maestro de novicios y superior del noviciado. Puestos importantes que ejercitó
con alegría. (Anécdota: Siempre con humor mencionaba que en el documento de su
nombramiento aparecía el puesto de “quasi”-socio del Maestro de novicios.)
En el año 1959 fue nombrado misionero para Chile
(con 46 años) Actuó sucesivamente en Yerbas Buenas, Abranquil Coquimbo, y
Talca. En sus cartas comparte sobre las muchas tareas que tiene que cumplir en
aquel tiempo: por lo menos 2 misas diarias son lo habitual.
Una atención de parroquias de más de 1000 almas, donde hay que dar catequesis en las escuelas, donde hay que bautizar y casar y celebrar funerales y donde se le pide una palabrita de consuelo y de ánimo de persona a persona, Y aparte de todo esto hay que construir y hay que juntar dinero. No existen jornadas de descanso durante el año. Por eso no es de extrañar que en los años ochenta le vienen dolencias de corazón y por este motivo y a causa de su edad avanzada, después de unas vacaciones en Holanda ya no regresa a Chile. Asumió por un par de meses un puesto de reemplazo en el pueblo de Naarden, Pero este par de meses se prolongaron hasta cuatro años.
Una atención de parroquias de más de 1000 almas, donde hay que dar catequesis en las escuelas, donde hay que bautizar y casar y celebrar funerales y donde se le pide una palabrita de consuelo y de ánimo de persona a persona, Y aparte de todo esto hay que construir y hay que juntar dinero. No existen jornadas de descanso durante el año. Por eso no es de extrañar que en los años ochenta le vienen dolencias de corazón y por este motivo y a causa de su edad avanzada, después de unas vacaciones en Holanda ya no regresa a Chile. Asumió por un par de meses un puesto de reemplazo en el pueblo de Naarden, Pero este par de meses se prolongaron hasta cuatro años.
Antonio siempre fue un miembro muy dedicado a la
Congregación y un cohermano estimado y apreciado. Se abstuvo de toda
popularidad en lugar de buscarla, (Lo dijo el obispo local con oportunidad de
su despedida de Naarden). Fue maestro de novicios en tiempos turbulentos y de
novicios inquietos. Después de tres años dejó este puesto pesado. Si se puede
comparar la Provincia MSF de Holanda con una caravana de exploradores, el padre
Antonio pertenecía al grupo de los cargadores indispensables y admirables. No
fue un guía a caminos inexplorados.
En el año
1984 se trasladó a la casa de reposo en
Kaatsheuvel. pero al padre le quedaron aún muchos años de vida, hasta que
cumplió 93. En 2005 fue trasladado hasta su última residencia que fue una casa
de cuidados intensivos, donde lo atendieron con mucha dedicación hasta que
llegó el momento que los enfermeros vieron que el fin se estaba acercando y lo
acompañaban hasta que en toda calma partió a la casa del Padre.
El Padre Antonio partió a Chile con el lema, “El
amor nos urge”. Una palabra que le dio ánimo en los días difíciles. Lo
convirtió en realidad a su modo modesto y ejemplar entre nosotros.-
Nota: Dentro de un par de años fueron tres
maestros de novicios que sucedieron al padre Antonio que intentaron a salvar
tal año de formación: Los padres Overgaag, Asseldonk y Peeters. Y después de
ellos, el noviciado terminó, igual que en tantas congregaciones de Holanda y de
afuera. (Fuente
archivos Prov. neerlandesa. Trad. Gaspar.)
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