jueves, agosto 24, 2017

LA PARROQUIA DE COLBUN


La Parroquia de Colbún.
El P. Juan escribe: El origen del pueblo de Colbún tiene una fecha muy posterior al de  Yerbas Buenas pero cuenta con el mismo número de habitantes. Fue el terminal de una línea de trenes desde Linares. Las tierras de los alrededores pertenecían todas al Fundo Colbún, propiedad de una familia Valdés de Santiago. Al lado oriente del pueblo también se encontraron algunos predios de pequeños propietarios.                                                           

El interior del templo parroquial conforma un espacio grande, alto y cuadrado. Por afuera aparecen muros poco vistosos, grandes  y altos. En la fachada se ubica sobre el techo un diminuto  campanario.                                                                                                                             La casa parroquial se encuentra al lado oriental de la iglesia. Cuando nosotros llegamos solo se había terminada la obra gruesa  de su construcción. Las piezas eran espacios vacíos. Uno veía solo ladrillos sin estuco. El piso era de tierra. Las ventanas no contaban con marcos ni  vidrios;   cielos faltaron aún. Lo que ahora es un huerto detrás de la casa, en aquel tiempo era como un sitio eriazo. En las dos piezas que contaban con ventanas vivía gratuitamente la familia Castro que desempeñaba la función de cuidadores y de sacristán. Parece que fue Don Daniel Valdés, el dueño del fundo Colbún, que se ocupaba con la construcción de la casa parroquial. En los primeros meses de nuestra estadía en Yerbas Buenas íbamos cada vez a Colbún  para tareas pastorales; fue en aquel tiempo que algunas piezas fueron acomodadas para ser habitadas.                                                                               

        Durante muchos años la parroquia no había contado con un pastor permanente  y había sido atendido por el párroco de Panimávida, el cual celebraba misa los días domingo. En la Semana Santa del año 1939 llegaron el P. Schoots y el hermano Canisio para quedarse viviendo  allí y pronto comenzaron a terminar la construcción de la casa parroquial.
Después de que varios padres allí  habían sucedido el uno al otro en el trabajo pastoral,  fue el P. Wolkorte que trabajó allí  por más de 20 años. Murió en la misma parroquia en el año 1976. 
Puesto que nuestra congregación  no pudo poner a disposición de la parroquia a ningún padre para suceder al Padre Wolkorte, esta parroquia fue devuelta al  clero diocesano.                                          
                                                                                        (trad. Gaspar)