LAS PRIMERAS PARROQUIAS MSF
Las Primeras Parroquias en Chile.
En el mes de enero del año 1939 llegó a
Yerbas Buenas el Padre Gerardo Schoot. Al siguiente mes de febrero se celebró
en el seminario de Talca un retiro espiritual para el clero diocesano de
Linares y de Talca. Participaron en él el Padre Gerardo Schoot y mi persona (El
autor). Mons. Manuel Larraín, que recientemente había sido
nombrado obispo de Talca, predicó él
mismo este retiro. En uno de los días de retiro él vino a vernos trayendo una
carta que había recibido por parte del Padre General Trampe. La carta estaba
escrita en alemán y, puesto que no dominaba suficientemente el alemán, se
acercó a nosotros para que le ayudáramos en la traducción.
La carta fue una respuesta a una
carta que el obispo había enviado al General con la solicitud de enviar a
misioneros de la Sagrada Familia a Talca. La respuesta del General fue
favorable para el obispo. Entonces algunos padres nuestros iban a ser
enviados a Talca también.
Aproximadamente al mismo tiempo también
el obispo de Ancúd, Mons. Ramón Munita había pedido a la congregación
sacerdotes para su diócesis.
Los actuales diócesis de Puerto Montt y Ancud en aquél momento aún conformaban uno solo. Mons. Munita ya hace varios años era obispo de Ancud. Cuando en el curso del año 1940 las dos diócesis fueron separadas, Mons. Munita iba a ser obispo de la nueva diócesis de Puerto Montt. Dentro de la diócesis de Ancud (1150 km al sur de Santiago) trabajaron varios sacerdotes que habían nacido en la Isla de Chiloé, cuya capital es Ancud. Los sacerdotes que después de la separación iban a quedarse bajo la jurisdicción de Puerto Montt, pero que preferían quedarse con Ancud, podían pedir su traslado. El párroco de Calbuco, Ildefonso Márquez, era proveniente de Chiloé y por eso había pedido ser trasladado a la Parroquia de Puqueldón en Chiloé. De esta manera Calbuco quedó sin párroco y a causa de la falta de sacerdotes no había otro para ocupar su puesto. No sabemos en qué manera se originó la relación entre Congregación y Obispo, pero es un hecho que Mons. Munita hizo una solicitid donde el Superior General para enviar sacerdotes a su diócesis y de proveer de sacerdotes a la parroquia de Calbuco. Tiempos después supe que el documento del convenio fue firmado en la Estación de Ferrocarriles de la ciudad de Roosendaal en Holanda, cuando el obispo, haciendo visitas a algunos países de Europa, estuvo de pasó en tren por allí. Un tiempo después supimos desde Holanda que habían sido aceptadas las parroquias de Cumpeo y de Paredones de la diócesis de Talca. Para estas parroquias fueron nombrados los padres Weyenberg y Simón de Jong. Para la Parroquia de Calbuco fue nombrado el P. Kronenburg. Estos padres a corto plazo iban a partir de Holanda.
El segundo grupo de padres llegó desde Holanda en el curso del año 1939. Eran los padres Kronenberg, Antonio van Geffen y Guillermo Smits. El Padre Van Geffen había sido nombrado para la diócesis de Linares, y se juntó con los padres de Yerbas Buenas y de Colbún. El P. Smits partió a Taltal. El Padre Kronenberg permaneció por el momento en Santiago. Aconsejado por Mons Munita se alojó en casa de Don Eladio Vicuña, posterior Obispo de Puerto Montt, que en aquél momento fue párroco en alguna parte de Santiago. El P. Kronenberg pasó cierto tiempo allí hasta que inesperadamente regresó a Holanda para no volver. Con el inicio del nuevo año, llegaron a Chile los padres Weyenberg y Simón de Jong. Antes de que salieran a sus parroquias de Talca, se quedaron por un breve periodo en Yerbas Buenas. El Padre Simón de Jong en este primer tempo fue párroco suplente en Panimávida. Después de su llegada el padre Smit Inmediatamente se fue a Taltal. El Padre Van Geffen, después de haber pasado algunos días en Yerbas Buenas siguió viaje a Colbún, donde el Padres Schoot y el hermano Canisius se habían instalado definitivamente a partir de La Pascua de Resurreccion
Los actuales diócesis de Puerto Montt y Ancud en aquél momento aún conformaban uno solo. Mons. Munita ya hace varios años era obispo de Ancud. Cuando en el curso del año 1940 las dos diócesis fueron separadas, Mons. Munita iba a ser obispo de la nueva diócesis de Puerto Montt. Dentro de la diócesis de Ancud (1150 km al sur de Santiago) trabajaron varios sacerdotes que habían nacido en la Isla de Chiloé, cuya capital es Ancud. Los sacerdotes que después de la separación iban a quedarse bajo la jurisdicción de Puerto Montt, pero que preferían quedarse con Ancud, podían pedir su traslado. El párroco de Calbuco, Ildefonso Márquez, era proveniente de Chiloé y por eso había pedido ser trasladado a la Parroquia de Puqueldón en Chiloé. De esta manera Calbuco quedó sin párroco y a causa de la falta de sacerdotes no había otro para ocupar su puesto. No sabemos en qué manera se originó la relación entre Congregación y Obispo, pero es un hecho que Mons. Munita hizo una solicitid donde el Superior General para enviar sacerdotes a su diócesis y de proveer de sacerdotes a la parroquia de Calbuco. Tiempos después supe que el documento del convenio fue firmado en la Estación de Ferrocarriles de la ciudad de Roosendaal en Holanda, cuando el obispo, haciendo visitas a algunos países de Europa, estuvo de pasó en tren por allí. Un tiempo después supimos desde Holanda que habían sido aceptadas las parroquias de Cumpeo y de Paredones de la diócesis de Talca. Para estas parroquias fueron nombrados los padres Weyenberg y Simón de Jong. Para la Parroquia de Calbuco fue nombrado el P. Kronenburg. Estos padres a corto plazo iban a partir de Holanda.
El segundo grupo de padres llegó desde Holanda en el curso del año 1939. Eran los padres Kronenberg, Antonio van Geffen y Guillermo Smits. El Padre Van Geffen había sido nombrado para la diócesis de Linares, y se juntó con los padres de Yerbas Buenas y de Colbún. El P. Smits partió a Taltal. El Padre Kronenberg permaneció por el momento en Santiago. Aconsejado por Mons Munita se alojó en casa de Don Eladio Vicuña, posterior Obispo de Puerto Montt, que en aquél momento fue párroco en alguna parte de Santiago. El P. Kronenberg pasó cierto tiempo allí hasta que inesperadamente regresó a Holanda para no volver. Con el inicio del nuevo año, llegaron a Chile los padres Weyenberg y Simón de Jong. Antes de que salieran a sus parroquias de Talca, se quedaron por un breve periodo en Yerbas Buenas. El Padre Simón de Jong en este primer tempo fue párroco suplente en Panimávida. Después de su llegada el padre Smit Inmediatamente se fue a Taltal. El Padre Van Geffen, después de haber pasado algunos días en Yerbas Buenas siguió viaje a Colbún, donde el Padres Schoot y el hermano Canisius se habían instalado definitivamente a partir de La Pascua de Resurreccion
Cuendo se conoció la noticia que en Talca
fueron aceptados las parroquias de Cumpeo y de Paredones, el padre Cristián
Verheugd hizo una visita exploratoria. Resulta que eran dos parroquias
campesinas al estilo de Yerbas Buenas y de Colbún. Cumpeo queda ubicado hacia la Cordillera,
Paredones está ubicada no lejos de la
costa. Cuando el padre Weyenberg había llegado
también fue a dar un vistazo. Sin embargo, ninguno de los dos lugares respondió
a sus expectativas. Para él era preferible una parroquia de una ciudad, es
decir una parroquia que se ubicaba en una línea grande, como él decía. Acerca
de este punto se celebraron negociones
con el obispo y al final se llegó a un acuerdo de que sería aceptada la
parroquia de la Inmaculada Concepción de María en Talca. Aquella parroquia
recién había sido iniciada por el sacerdote chileno Manuel Basualto, el cual no
fue un desconocido nuestro ya que tenía 2 hermanas que vivían en Abranquil. En
el año 1940 se hablaba por un tiempo de que íbamos a conseguir la Parroquia de
Panimávida, donde hasta este momento había estado un sacerdote chileno. Cuando
este padre fue trasladado a Parral, pensamos que iba a resultar y que yo
debiera ser párroco en aquel lugar. Sin embargo nunca se llegó a concretizar
este proyecto. Tal como ya fue mencionado, el Padre Simón de Jong estuvo en aquél pueblo por un breve tiempo,
hasta que se hizo cargo un nuevo párroco que era chileno . Durante la Semana Santa del año 1939, fueron el P. schoot y el hermano
Canisius a Colbún para quedarse a vivir allí. Hasta este momento, Colbún había
sido atendido desde Yerbas Buenas. Cada Sábado en la tarde uno de nosotros iba
para allá para celebrar la Santa Misa del día Domingo. En la mañana del lunes
regresaba a Yerbas Buenas. Para una atención más eficiente se optó por la
presencia permanente de un sacerdote. De esta manera el P. Schoot se
convirtió en párroco con el hermano
Canisius de compañero. Por
el hecho de que el P. Kronenberg, que anteriormente había sido nombrado para
Calbuco, volvió a Holanda, el lugar
abandonado debía ser ocupado por otro, si la Parroquia de Calbuco debía ser
recibida en algunos meses más. Para esto fueron nombrados los padres Juan van
Bergenhenegouwen y Guillermo Smits. Debíamos presentarnos el 26 de mayo y un mes antes Guillermo Smits llegó a
Yerbas Buenas desde Taltal y en seguida viajó a Colbún para tomar
primero unas vacaciones. En aquellos días de repente el padre se enfermó y fue
acogido por las Hermanas de la Providencia en Linares. En el día de partir a
Calbuco todavía estaba en cama. De este modo yo partí solo al Sur el día
miércoles antes de la fecha fijada. El
Padre Guillermo iba a llegar en unas semanas más adelante. Yo debía ser párroco
en Calbuco y el P. Smits vicario Cooperador.
Alrededor del cambio de año, 1942-1943 el
Padre General Trampe vino a hacer su primera visitación canónica en Chile. Al
estallar la guerra se encontraba en Estados Unidos y no pudo volver a Europa.
Durante los años de guerra permanecía en nuestras residencias ubicadas en
Estados Unidos e hizo visitas a Brasil, Argentina y Chile. En esta oportunidad
el Superior General manifestó el deseo de que tuviéramos también una residencia
en Santiago. Muchas veces teníamos que viajar desde la provincia a Santiago
para hacer trámites y de esta manera
se podría disponer de casa propia
durante aquellos días. El General conversó sobre el tema con el arzobispo de
Santiago. Después de haber sido informado sobre el proyecto de establecernos en
Santiago, el prelado dio su aprobación. En vista de que el Padre General
manifestó su preferencia por una parroquia alejada y pobre, el obispo indicó el
barrio Zelada. Ya existía el plan de iniciar en este lugar una parroquia, por
lo tanto los padres que iban a asumir allí, tenían que comenzar con aquella
parroquia. El Padre General aceptó los términos del proyecto y en el curso del
año 1943 comenzó la atención de esta parroquia.
Esta visitación canónica también fue la
ocasión en la cual nuestro grupo de
misioneros holandeses en Chile recibió el status de Región. El padre Cristián Verheugd se
convirtió en el primer Superior Regional. La nueva parroquia de Santiago iba a
ser la sede de la dirección regional. El Padre Cristián fue nombrado para ser
párroco al mismo tiempo y el padre Simón de Jong para ser su vicario cooperador.
El
Padre Simón, al principio, acompañó por un tiempo al P. Weyenberg en la ciudad
de Talca y a continuación pasó por más de un año en Calbuco hasta que fuera
trasladado a la nueva parroquia de Santiago.
Puesto que se había convertido en Superior Regional el padre Cristián
Verheugd tuvo que dejar Yerbas Buenas donde el padre Antonio van Geffen lo
sucedió en su puesto de párroco. En el
mismo período el hermano Canisio fue
trasladado a Calbuco. De esta manera
Yerbas Buenas y Colbún se convirtieron en parroquias de un solo pastor. El año
anterior el Padre Weyenberg ya había quedado solo en Talca. (Traductor Gaspar)
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