martes, noviembre 15, 2011

TRABAJAR COMO JORNALERO EN LA MIES


El sacerdote es  como un jornalero en la mies del Señor
En el mundo preindustrial y agrario del siglo  I, el “obrero” o “jornalero” es una
figura central, pues de él depende la prosperidad del país y de las familias dueñas de tierra.
Por “jornalero” se entiende en sentido estricto al trabajador que por el jornal de un día (Mt 10,10; Lc 10,7) se contrata en labores agrícolas (9,37.38; 20,1.2.8; Sant 5,4); en  sentido amplio, al que desempeña un oficio y cobra por su servicio o producto (Hch 19,25; 1 Tim5,18).
En el vocabulario cristiano y paulino de las primeras comunidades, “jornalero” -en
sentido amplio- designa al discípulo  de Cristo enviado al mundo como  predicador de «la palabra de la verdad» para dar testimonio del Mesías y del Reino  (2 Tim 2,15; ver 2 Cor11,13; Fil 3,2)
Los obreros o jornaleros son los apóstoles y discípulos del Reino enviados por el
Hijo  del Hombre ante la proximidad  del juicio escatológico. Su  misión  es animar y
pastorear a «los hijos del Reino» (Mt 13,38), instruyéndolos en  la Buena  Nueva,
perdonando sus pecados y derrotando los espíritus impuros. Mucha es “la cizaña” entre la que viven los hijos del Reino: falsos mesías y profetas; guerras y rumores de cataclismos; persecusión, tortura y  odio  por ser cristianos; escándalos…  y  «por la maldad  que crecerá constantemente se enfriará el amor de muchos» (24,3-14).

Señor danos el pan de cada día