domingo, junio 20, 2010

ORDENACIÓN DE JULIO LAVIN POR EL PAPA






CIUDAD DEL VATICANO, domingo 20 de junio de 2010 (ZENIT.org).- Ser sacerdotes no es seguir los propios deseos y acrecentar prestigio y poder personal, sino abandonarse plenamente a la voluntad de Dios.

El sacerdocio, de hecho, recordó el Papa, “se funda sobre el coraje de decir sí a otra voluntad, con la conciencia, que debe crecer cada día, de que precisamente conformándose a la voluntad de Dios, “inmersos” en esta voluntad, no solo no será cancelada nuestra originalidad, sino, al contrario, entraremos cada vez más en la verdad de nuestro ser y de nuestro ministerio”.

El Pontífice quiso dar también a los recién ordenados “una indicación bien precisa para la vida y la misión del sacerdote”: el hecho de que “en la oración, él esta llamado a redescubrir el rostro siempre nuevo del Señor y el contenido más auténtico de su misión”.El camino de la entrega, concluyó, “es el camino de vuestra espiritualidad y de vuestra acción pastoral, de su eficacia e incisividad, incluso en las situaciones más fatigosas y áridas. Es más, este es el camino seguro para encontrar la verdadera alegría”.